Esta vez sí. (A mis queridos Boxers).


Taller de escritura
(por Gabriela Bejerman)
texto 6



Porque te fuiste a comprar cigarrillos y no volviste.
Por eso cada tanto te puteo.
Los puteo.

Bueno, vos literalmente podés haber ido a comprar cigarrillos. Vos no, ya sé que no fumabas, que tenías bronco espasmos (o algo de eso, ME ACUERDO). Y vos, vos fumabas pero jamás comprabas. “Todo lo que se fuma tiene que ser un regalo de la naturaleza y si no, no merece ser fumado”. Casi que lo tengo tatuado en la mente.

Puedo dedicarles un párrafo a cada uno o citarlos con su marca de calzoncillos favoritos. ¿Qué prefieren?
OK.
Vamos con los calzoncillos. Sabía que iban a preferir esta opción. Nunca se bancaron más de dos líneas sobre verdades de ustedes mismos.
NO.
Ninguno de los tres. Por eso no nos seguimos viendo. Bah, a Eyelit lo veo cada tanto, es el único un poco menos cagón (sólo un poco) que no me eliminó de la vida digital. Por lo que respecta a mis otros dos amorcitos (Kevingston y Calvin Klein) no los vi más. Se esfumaron. Se los tragó la tierra. ¿A mí?
No. Yo sigo parada en la misma vereda. La de la esquina donde está el bar de Braulio. Claro… la esquina donde me dejaste plantada la última vez. ¿Te acordás Calvin Klein? Esa. Y sí, Eyelit y Kevingston también me siguen viendo. Los 3. Sí, sí. (¿Me tengo que emocionar?). No se van a poner celosos ahora. Siempre supieron que el anterior seguía leyendo mi blog. No van a hacer historia por eso ahora que los 3 hacen lo mismo.
Leen.
Me leen.
Se adueñan de mis palabras. Se creen todo.
Se creen que todo lo que escribo es para ustedes.
Se creen que siento todo lo que escribo.
Los conozco.
¿Literatura? ¿Personajes? No, ¿no?
Historias irreales, cuentos, fantasías… No. Tampoco.
Hace rato que lo sé.
Digo, que sé que me leen y que piensan que cada movimiento que hago lo hago pensando en ustedes.
Bueno, les marco el primer error: los tres piensan exactamente lo mismo. Así que, y como para empezar, ahí está el primer punto por el cual les afirmo chiquisss: están equivocados.

A veces pienso si sería conveniente presentarles a Dufour. Él ni me lee, ni piensa todas esas cosas. Es un poco más coherente. Entiende el término “ex” tal como lo define la RAE. ¿Entienden? “…que fue y ha dejado de serlo”.
Bueno. Gracias a eso y a algunos otros detalles más, él se ganó el mayor porcentaje de textos dedicados.
Por lo general todos los que vos, Eyelit, asumís son para vos. Bueno, no. Son para él. Por él. Vos tenés 4. Kevingston 5 o 6 (uno ya ni me acuerdo por qué lo escribí) y Calvin tiene 2. Si suman, digo, si un día se juntan a sumar, a tomar algo, les va a dar un total de 11 o 12 textos dedicados. Con este 13.  Para que no tengan que ir y contar cuantas entradas hay en mi blog les cuento: ahí viven cerca de 400 entradas. 400 textos. 400 historias de fantasía. Personajes inspirados en ustedes: 13. Sólo 13. 13 de 400. ¿Poco no?

Eyelit estás sintiendo algo de culpa. Lo sé. Te puso triste.
Kevingston acabo de derribar tu ego con tres palabras. (Un vez más derribe tu ego).
Y Calvin Klein seguís pensando que miento. Que sos mi musa.
Mil perdones.
Sólo quería que lo sepan. Saben que no me gusta mentir. De hecho, ya no somos nada por esa necesidad mía de decir todo el tiempo la verdad, igual los dejo seguir pensando que todo, todo, TODO lo que escribo es para ustedes. Estimulado por esa relación que alguna vez fue. Inspirado en ustedes… Bueno, en vos.      

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