Probablemente Javier.

Probablemente.
Jugando a las escondidas.
Probablemente.
Cante pica para todos mis compas.
Probablemente.
No te busque.
Probablemente.
Te encuentre.
Probablemente.
Acá.


A Javier, que me observa desde su escondite sin agallas para picar.


Javier en vísperas de feriado

Destapó una cerveza. 
Se sentó en el sillón. 
Agarró el control remoto y apagó el televisor.
En su corazón estaba por jugarse la final más esperada de los últimos tiempos. 
Tomó un sorbo y sintió. 

Javier XXXV

Corrió ese tren, como si en él se le escapara el amor de su vida.
Esa mañana no había tomado su café. 

El verdadero Javier

Y sin embargo, jamás se olvidaron de ese beso en la casita del árbol, cuando él usaba botas de lluvia rojas para no humedecer sus medias al jugar entre las hojas caídas del otoño y ella llevaba dos trencitas unidas por una colita que simulaba ser un pompón de conejo y robaba granadas con las que coloreaba sus labios.

Javier?

Estaba acostada boca arriba, sus dos brazos rodeaban una almohada blanca y acolchonada que simulaba ser de pluma. Sabía de memoria la cantidad de tablas que componían el techo inclinado a 35 grados de su habitación. Su mente dejó escapar en voz alta un "estoy aburrida" que retumbó en los sueños sin acción de aquella semana que nunca recordó.