Javier XV

El último mensaje leído era de él. En la radio se escuchaba su canción. El tren frenó en la estación. Un reloj en el andén indicaba las 10:02. Una alarma en el corazón me decía otra vez tarde.

En dirección a la vieja estación del ferrocarril

Conocíamos inconscientemente la sutileza eufórica con la que sentía el otro. Por eso, el nunca me preguntó por Javier y yo jamás le pregunté por Mariana.