amor a primera sonrisa.-

Estaba cerca de los nueve meses cuando me enamoré por primera vez. Recuerdo ir en mi coche por la calle principal del barrio. Conducía mi mamá y estábamos detenidos una esquina cuando la vi.

Ella me miró y sonrió tiernamente. Sentí que me sonrojé y como todo caballero devolví el gesto con una mirada de aceptación y una sonrisa que me duró dos cuadras porque mamá arrancó y aunque intenté darme vuelta para mirarla un rato más el coche tomó velocidad y rápidamente la perdí de vista. La lleve en mi mente esas dos cuadras y cuando me di cuenta que era probable haberla perdido para siempre entré en llanto. Mamá intentaba callarme pero fue inútil. Me ofreció de las mejores golosinas que un niño puede elegir en el kiosco, pero no entendía. Lloré día y noche durante treinta días. Me llevaron a médicos que sólo diagnosticaban mi excelente estado de salud. Creo que les faltó llevarme al cardiólogo porque lo que tenía roto era el corazón.

Pasaron los días y fui calmando mi llanto aunque no mi pena. Muchas otras mujeres me sonreían cuando iba en mi coche pero ninguna se comparaba con aquella que se había ganado mis lágrimas.

Así siguió mi vida, haciendo algún berrinche cada vez que pasaba por esa esquina y eran dos los motivos: por un lado quería llamar la atención y por el otro pasar el mayor tiempo posible por si ella volvía a aparecer.

Con los años entendí que tenía que continuar sin ella. Tuve un amorío con una pequeña de delantal cuadrille celeste cuando yo ya llevaba el rojo; fue lindo pero aniñado.

Yo no creo en esos amores de aquellos que se llevan muchos años. Creo que esos jóvenes son unos vagos, busca vidas. Creo que no entienden lo que puede lograr una mirada y estoy seguro de que nunca les sonrieron cuando iban en coche. Pero yo no voy a ser de esos. Voy a hacer amor de los años.

La voy a encontrar.

gemela.-


-ilustración vectorial-
[autorretrato]