Ahí estás.

Como ese libro que no termino de leer sólo para que la historia no termine. Ahí estás. En una mesa de luz. Ahí estás. Dispuesto a invadir mis sueños de los martes y domingos. Ahí estás. Sin decir más que un título que habla de travesuras. Ahí estás. Con un señalador perdido en tu interior. Ahí estás.  Entre las páginas 93 y 94 donde dejé de leerte.  Ahí estás. Como un señalador que sin llegar al final no puede cambiar de libro. No sabe ser de otra historia. No sabe como soñar.  Ahí está. Como mi señalador que conoce de memoria las letras que lo acarician. Acá estoy. Esperando que la página 328 se adelante y ese punto, al que otros dos dejaron solo, llegue al corazón.


(A Javier que tantos libros ha inspirado y hoy traba mi señalador)


Otoño en primavera


No quiero seguir viendo pasar los otoños.
Quiero revolcarme en las hojas con vos.


Javier V

Y tus lágrimas como ese mate abajo de la lluvia que sostenés con las dos manos para que te de calor mientras el humo vuelve borroso el instante que está adelante nuestro.

Diálogos en la oscuridad

Volvió después de estar 23 días y 24 noches bajo otro cielo y le dijo:

-Estuve pensando mucho en mi...

Hubo un silencio corto e intenso en el medio de la oscuridad.

-...y no pude dejar de pensar en vos.