Javier IX

Leer tus ojos como ese libro que no quiero terminar.
Como esa ola que explota en la orilla.
Como esas manos que abrazan un mate tibio cuando el sol intenta escaparse.

Saber tus ojos como ese libro que elegía en el jardín.
Como esos 362 pasos que me separaban de las piedras del mirador.
Como cada una de esas palabras que me dijiste la noche que sin quererlo le dimos la bienvenida al sol.

A Javier,
mis ojos para que descubra el final de este libro en la casa de la costa desde donde el sol ilumina los suyos aunque se vea la luna.