Autorretrato dinámico


Taller de escritura
(por Gabriela Bejerman)
texto 3




[Adaptación de: "Una biografía cotidiana" - http://bit.ly/Nm4RpO]


Mi nombre es Eugenia Belén, aunque muchos (muchísimos) me conozcan como Hermenegilda.
En mi vida y para que les corresponda al menos una mirada me han llamado: Eugenia, Euge, Eugi, Euchichi, Chichi, Chichona, Chuchex, Borre, Herme, Hermenegilda, Boluda, Che, Amiga, Amigata, Imbecil, HermeS, Chichilo, Gegin, Veciamiga, Arquera…

Ah, sí. Antes a menudo, ahora cada tanto, me paro bajo los 3 postes de un arco de hockey (y si, con todo eso que según la gente no te podes ni mover).

Conozco y manejo el arte de la globología. Pelo las uvas. Tengo 49 o 50 rastas en la cabeza. Me gusta el dulce de leche pero el repostero en exceso se me sube a la cabeza. (Si hay torta de conitos me como la base y regalo el conito). Mi Sugus preferido es el verde oscuro y me gustan los caramelos ½ hora.

Un sueño kiosquero: que desaparezcan todas las golosinas amarillas y naranjas.
Conozco la menta granizada de todas las heladerías de las que alguna vez comí helado. En Burger King y Mc Donald’s suelo pedir el combo de pollo. Este año descubrí mi adicción a las papas fritas en cualquiera de sus formatos pero dicen que cada 7 años cambian las papilas gustativas.
Amante de la ruta de noche y si es con lluvia mejor. Creyente del mar y la montaña.

Cuando no tengo ganas de hablar, no hablo. (Abstenerse a la mañana y más si la relación que nos une es de hermandad).
Tengo la bandeja de entrada sin mails y más pares de aros que íconos en el escritorio.
Duermo en diagonal y a veces me tomo el subte al revés.

Creo que con las personas que compartís una carpa podes compartir cualquier cosa.

Según mis amigas soy la mujer sin axilas y suelo olvidarme los tobillos.
Me gustan mis pecas. Me gustan mis uñas. Me gusta mi nariz y me gusta la foto de mi documento.
Me enamoro tarde y si me ven con una guitarra estoy por tocar el elefante trompita.

Mi cuarto es blanco.

No me sé los nombres de las películas, ni de los actores, ni de las canciones, ni de los cantantes, ni de los músicos.
Soy una ponedora de apodos oficial. Me molesta el “gordo”, “gordi”, “bichi” y los diminutivos en general.
Disfruto hacer ruido con la sopa y comer la ensalada de la fuente. Prefiero los cuadernos cuadriculados antes que los rayados. Puedo dormir con medias. Me saco el maquillaje a la mañana siguiente.

Hay objetos, lugares, momentos y personas de las que llego a enamorarme.
No soy golosinera pero sé que las golosinas sirven para explicar muchas cosas, por ejemplo, una sensación. Si hay que elegir, sin dudas la del Fizz.
No muerdo los caramelos duros. Prefiero la Coca común.

Gracias a mi ropa interior entendí el concepto de “diversidad”. Me molestan los enchufes de dos patas (redonditas).
Amante del agua. El mejor estilo que nadaba (ahora no sé) era mariposa.
Me encanta cumplir años, me encanta festejar mi natalicio y detesto con todo mi ser hablar por teléfono.

Disfruto la sensación que me producen los colectivos a gran velocidad pasando por un túnel (y sus luces).

Mi mermelada preferida es la de zapallo. Y mis chicles predilectos los de envoltorio negro.
Me gusta tomar café en una taza que dice “Nescafe” o Coca-Cola en un vaso que dice “Coca-Cola”.
Suelo tener los pies fríos.
Todas las mangas de mis buzos o pullovers están estiradas. (Y las de los buzos o pullovers de mis hermanas –que uso yo– también).

Tengo lunares en lugares camuflados y, por ahora, 3 o 4 lunares rojos.
Me gusta el queso (como las papas fritas) en todos sus formatos.

Puedo leer en el subte, pero no en el colectivo.
Prefiero las mesas sin mantel y si tienen mantel que sea el transparente.
Si mal no recuerdo a todos los humanos que me gustaron de verdad se los dije en la cara (y lo sigo haciendo).

Hay algunas personas a las que necesito abrazar, muy pocas a las que aprendí a abrazar y bastantes con las que los abrazos no significan ni un centímetro de piel de gallina.

Suelo ser confesora y consejera de mis amigos varones y cada tanto pienso que tendría que haber nacido hombre.
En los procesadores de texto prefiero escribir con tipografías sin serif. Suelo cambiarla antes de empezar a escribir para que así sea.

A veces para no llevarme el chasco de una manzana paposa elijo directamente la verde.
Me molesta ver a algunas personas masticando chicle.

Mi ciclo en el amor, por ahora, es: “Ayer estaba enamorada. Hoy me autoengaño. Mañana va a ser un pelotudo”.

Me gustan los espacios que quedan entre algunos edificios.
Nunca viví en departamento.

Soy de guardar cosas que sólo puedo tirar el día que estoy desprendida (casi nunca, pero a veces si).
Lloro.

Hace 2 años descubrí lo placentero que es lavarse los dientes en la ducha.
A diferencia de los humanos, las cervezas las prefiero rubias y rojas.

Así como alguna vez tuve pendiente que mi pelo hoy esté así, ahora pelean cabeza a cabeza el curso de buceo y el viaje en globo.

Entre otras cosas iba a ser: maestra jardinera, profesora de educación física, maestra de música, guardavidas, cheff, licenciada en turismo, pero hoy soy esto.

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