[bondiola XII]

El subte ya estaba en la estación.

Él se paró,

le dio un beso a su hijo que leía y no leía un libro blanco y viejo.

Este levantó la vista

y mientras su padre traspasaba la puerta le deseó suerte.

Volvió a sumergirse en su libro,

mientras sus ojos solo leían que hoy podía ser otro de esos días en los que podría cambiarles la vida.

No hay comentarios: