Arco-iris en la tierra.-

Arroyos de colores, cada uno corre, sigue su curso como se lo ha marcado durante años la propia naturaleza. Un día se encuentran y corren juntos. Sin mezclarse. Cada gota mantiene su color. Hay gotas amarillas, turquesas, fucsias, verdes, rojas, naranjas y violetas. Y, probablemente, la naturaleza vuelva a separarlas. Y se vuelvan a formar arroyos de colores.

Y en algún lugar, entre el fresco y esponjoso pasto verde corre el vibrante arroyo fucsia.
Y entre las áridas y resquebrajadas tierras marrones pasean al ritmo del viento las aguas amarillas, salpicando algún que otro borde, haciendo crecer una flor.

Y nadie se anima a seguir un color. Nadie se anima a ver qué pasa cuando corre junto a otro. Aunque algunos aseguran que allí donde todos los colores descansan en la tranquilidad de una olla, rodeadas de altas e imponentes montañas vive alguien, que dicen, no cabalga en un caballo como los que conocemos los que vemos el agua azul.

No hay comentarios: