El mal uso de un te amo. (O del "te amo")

Plantear esta teoría acá va a alejarme un rato de los personajes y las historias. Va a dejarme sin esos mail de mis amigas preguntando a quién le estaba dedicando ese post o quién era el personaje que no era yo. Va a dejarme sin twits amenazando que tengo que contar algo que al parecer no conté, pero un post que surge en un colectivo hay que postearlo. Es así y no se discute.

Y acá estoy como un ser al que le choca leer "te amo" por todos lados.
¿Realmente todos se aman?
(Mi primer esbozo de pensamiento asegura que no, si los cuerpos estuvieran emanando tanto amor no nos molestaría subir al subte en hora pico, sería una fuente tan grande y potente de amor que claramente no nos molestaría, casi que no quedaría molécula de aire sin amor, y sin embargo nos molesta, por ende mi primer esbozo de pensamiento no debe estar tan errado.)

Lo que plantea mi teoría o este simple análisis que hace algunos días está rondando en mí ser es lo siguiente:
“Al haber malgastado tanto las palabras ya no significan lo que antes.”

Entonces me pregunté (en una de esas charlas entre mi cerebro y mi corazón en la que suelo ser una simple espectadora de un show –según el día- cómico, dramático, de terror, romántico y vaya a saber cuántas categorías más) ¿Cuándo fue la última vez que de verdad sentiste que amabas a ese ser al que le estabas diciendo te amo?
(Y me lo pregunté a mí en mi charla, en mi show, pero también pretendía las respuestas del mundo, tuyas, de él y de ella.)

No estoy en contra de que la gente se exprese su amor (exceptuando las expresiones amorosas que se convierten en desagradables al tomar como escenario los transportes públicos) pero ¿de verdad lo sienten?
(Acá puede venir la parte del post en la que pensás que mina insensible, no siente nada, y cosas por ese estilo, pero tal vez porque siento lo escribo).

Eso. (Nota mental). Porque siento, lo escribo.

Una vez escribí en un mail "te quiero" y en realidad iba un "te amo". (Usé más letras y mentí). No sé por qué no escribí lo que realmente sentía, quizás por creer que para algunos las palabras todavía significan lo que significaban.
Posiblemente un destinatario “x” hubiera hecho caso omiso de mis sentimientos al creer que sólo se trataba de una frase hecha, común, cotidiana, pero como sabía que no era uno de esos típicos destinatarios, no me animé.
(Y las últimas 3 palabras se las dedico a todos mis amigos que aseguran que cuando siento, me mando, y “me mando” es con todo lo que eso signifique).
Retomo y pienso. Seguro que lo amaba porque no era uno de esos típicos destinatarios.

Entonces para algunos escribir esas dos palabras es casi tan difícil como sentirlas.
(y para otros es la firma automática de mails, sms, comentarios de Fb…). Suspiro. Recuerdo. Pienso en la última vez que dije te amo. (Pienso en esas veces que debería haberlo dicho). Pienso en esa última vez que lo sentí. Sonrío. Recuerdos. Recuerdos. Recuerdos. (No voy a llorar, pienso). No lloro. Ahora no. Suspiro profundo y me alegro por pertenecer al grupo de los que sienten.

Volvamos a usar el te amo con ese retorcijón de panza y ese “cerrando los ojos tal vez la tierra me hace desaparecer”.
Volvamos a sentirlo.




No hay comentarios: