antiguo reloj.-

Movía sus ojos como la vara de un antiguo reloj esperando que pase algo. Guardaba un secreto, se notaba. Estaba inseguro de seguir ahí. Se oían rechinar las tablas de la vieja casa campestre de la familia Renau y su sonido acompañaba el andar de esos grandes ojos. Describían líneas perfectas de derecha a izquierda sin perder detalle alguno de lo que escondía la inmensa noche.

Algo lo desconectó, los árboles asumieron la paz y el viento ceso con ellos. La figura de la señorita Renau se dirigía directamente hacia él. Nada existía en su recorrido más que él y su femineidad que abrazaba cuanta cosa cruzara por el camino. Lentamente y tras haber llegado frente a él le insinuó que se acercara. El búho con sus ojos tan quietos como las ramas de los árboles se hecho a volar.

No hay comentarios: